olores

Mis hijos huelen en el pelo transpirado de la nuca
a fideos con crema y queso y a tostadas con manteca.
Cuando duermen conmigo los aspiro.
Me los comería.
Luz huele también a tintorería japonesa.

Un día mi niña pequeña de tres años me dijo,
estirando el escote de mi remera:
- Mmm, qué bien huele aquí...
-¿A que huele?, le pregunté.
- A mamá, dijo con una sonrisa de gato.